Números, matemáticas, ilusiones, ¿arte, sexo? hablamos de lo mismo
La relación entre la ilusión visual y una secuencia de números como la de Fibonacci (1,1,2,3,5,8,13,21,34,45,79 ...) es fácil de explicar mirando los pétalos de una flor, una piña, el apareamiento y descendencia de los conejos o en el artístico número áureo, que sirvió de base a muchas composiciones de Da Vinci y fué tema principal de un experto matemático y amigo de Leonardo como Luca Pacioli, en su libro "De divina proportione" ilustrada por el mismísimo amigo pintor, aunque el franciscano ayudó al sabio Leonardo en su fresco "La última cena"; también escribió Luca el primer manuscrito conocido de ilusiones y trúcos mágicos "De Viribus Quantitatis" en fin, magia, matemáticas y arte humano, todo una misma cosa: placer para los sentidos e intelecto, sin códigos escondidos, solo números e ilusión.
Por otro lado los primos (me refiero a los números) podrían componer páginas y páginas, de puzzles visuales y matemáticos que me harían ganar un millón de dólares, si no fuese tan ignorante como curioso, pero si tú te atreves, no te ahorres una visita a la página de Marcus du Sautoy y su web inspiradora (también libro) "music of the primes", además según él, mucho mejor que el sexo. Claro, y uno se pregunta ¿qué sucede con los números chinos, son diferentes o quizás peores que el sexo?. Porque son 1.200 millones de chinos... ¿todos primos?
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